Ay mañana...

...Y nosotras, las mujeres, que la vemos y lloramos más. Por esa nostalgia, que hoy también tienen los hombres, llorando.
Pero nosotras las mujeres, ay... nosotras ni queremos pensar en las noches de Cristina, cuando, humana, tan humana, mueva los pies y no encuentre la pierna de Néstor. Esa parte es terrible.

Decía hace un rato... de a ratos el sentimiento es, dale, ya fue. y con el desfile de tapes pienso: en ese momento eso que decía era demagogia, hoy es el mejor Presidente, como es? Pero muchas cosas, se iban demostrando, por eso, de a ratos el sentimiento es, dale, ya fue.

Y encima, encima, ella -la mujer, la de la cama sin las piernas peludas- tiene que gobernar, un país la necesita.
Quienes apoyabámos, marcando que todavía falta, gritando Luciano Arruga, y ya sabiendo que el candidato era él o ella, y que íbamos a apoyar, ahora redoblamos, sin titubeos.
Si antes había que, desde la izquierda, marcar y marcar, hoy debemos cuidar y cuidar.
Cuidar el mandato, cuidar los logros, cuidar el camino, cuidar todo esto porque, más que nunca, las aves de carroña, agazapadas o no tanto, se friegan las manos. Y ya sabemos quiénes son.
Por primera vez disiento públicamente con partidos de izquierda que hoy eligen ser oposición. Hoy debemos cuidar, porque al menos, hoy hay lucha obrera, pero qué lucha quedará si las aves carroñeras triunfan. Queda la represión policial, que nos echen de la Plaza (2001), queda el eterno lugar relegado de las luchas populares.


Hoy, tenemos que cuidar esto, y seguir construyendo por este camino.

Todavía no tengo análisis profundo, todavía queda la emoción fresca del cuerpo caliente, todavía desfilan miles despidiendolo, todavía no lo creo, pero mañana, ay mañana en Río Gallegos... ahí se cierra la despedida, ahí comienza otra cosa, ahí tenemos que estar.